EL AGV cuenta con un sistema de navegación equipado con un sensor que detecta la cinta magnética instalada en el suelo, ya sea de forma visible o soterrada. El AGV sigue un circuito predefino, maximizando la eficiencia en todas las tareas.
En este sistema de navegación, el AGV utiliza cámaras o sensores de aproximación para reconocer el camino marcado en el suelo. Son capaces de detectar personas, objetos móviles y obstáculos en su trayectoria, a diferencia del sistema de navegación por sensor magnético.
En este sistema de navegación, el AGV equipado con una unidad láser giratoria realiza barridos identificando en su entorno múltiples puntos de referencia, distribuidos por toda la planta. Es capaz de calcular su posición mediante triangulación, comparándola con un mapa ya almacenado anteriormente. En este caso, el AGV puede cambiar su ruta si encuentra algún objeto en el suelo que le impida el paso, a diferencia de los dos sistemas mencionados anteriormente.
Con una cámara de abordo, el AGV lee los códigos QR colocados en el suelo a modo de matriz. De esta forma se identifica tanto la ubicación, como las instrucciones a seguir. Cada QR tiene predefinida la tarea a realizar a continuación, al igual que el siguiente punto al que se tiene que dirigir el AGV.
A través de las cámaras, LIDAR y ultrasonidos que dispone el AGV crea un mapa virtual y las rutas escaneando el entorno. En este caso, el AGV va adaptando el mapa virtual en función de nuevos objetos o personas que se encuentren en el almacén, estando así en constante evolución.
Combina diferentes sistemas de navegación, pudiendo alternar de uno a otro en función de la posición del AGV en la planta de trabajo.
